30 de marzo de 2012

SÉPTIMO DÍA: LES CHATEAUX DE LA LOIRE (LOS CASTILLOS DEL LOIRA)


A la entrada al recinto de Chambord, en la zona en la que cobran hasta por mear...

Don Andrés, con su boina parisina o txapela vasca, con el castillo de Chambord al fondo.

Foto de grupo a la salida de Chambord.

La belleza abunda en Veiga (Puerto de Vega).
Salva y Sara en Blois.

María delante del castillo de Blois.

Paseando por Ambois.

Paseando por Ambois (II)

Paseando por Ambois (III)

La "trastienda del blog. Manolo con dos corresponsales y fotógrafos. Nótese la iluminación estilo "Première Classe", y, sobre todo, el armario-perchero al fondo.

María y Salvador dando ideas, corrigiendo matices y echando "sal" al blog mientras nuestros técnicos copian las fotos del móvil al miniordenador. A falta de mesa de despacho, buena es una cama.
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SEXTO DÍA: LES CHATEAUX DE LA LOIRE (LOS CASTILLOS DEL LOIRA)

Hoy volvimos a la puntualidad británica. Recuperamos adecuadamente la fianza entregada y abandonamos con lágrimas y suspiros el magno hotel que tenía los armarios más originales que habíamos visto nunca (una barra con perchas en la pared).

El problema fue el tráfico de las afueras de París, que nos retrasó bastante, y además algunas salidas hacia la autopista estaban en obras. Pero como todo llega y todo pasa, y lo nuestro es pasar, pusimos por fin rumbo al suroeste y, tras una parada técnica para reponer fuerzas y dejar fluidos corporales en la toilette, llegamos a Chambord, el mayor de todos los que forman el conjunto de fortificaciones del Loira consideradas Patrimonio de la Humanidad. No lo vimos por dentro porque nos querían “clavar” tres euros. Cuando casi estábamos a punto de pagarlos, Salva y María se entrevistaron con un granaíno que les dijo que no merecía la pena, porque está casi sin amueblar, y que los pocos muebles que tiene son de época muy posterior a la de su
construcción. Dijo que lo único interesante eran los carruajes.

Así que nos fuimos, pero Juan “the driver” tuvo que pagar 45 eurazos por aparcar. Y para colmo, el sistema no aceptaba ninguna de sus tarjetas ni billetes de cincuenta euros. Como dijo Guille Cabanas, aquí te cobran hasta por mear (0,4 euritos).

Una anécdotilla: Vimos a una señora asomada a una ventana del castillo. Parecía que se iba a suicidar. Salomé empezó a gritarle: ¡No te tires, que la vida es bella! Y luego no paraba de lanzar a todo el mundo esa mítica frase.

Luego fuimos a Blois, la villa de los reyes. Donde Juana de Arco se hizo bendecir por el obispo antes de entrar en batalla en Orléans, como todos sabréis. Un pueblito medieval con iglesias góticas, calles empedradas, una catedral muy guapa y un castillo edificado en diferentes fases, por lo que conserva rasgos de diferentes estilos arquitectónicos que no vamos a concretar
para no aburrir a quienes nos leen, gentes ilustradas en todo tipo de disciplinas.

De camino al tercer castillo, Amboise, vimos desde la lejanía otro “chateau” cuyo nombre no vamos a buscar ahora para ponerlo aquí, porque estamos “very tired”, “très fatigués”, “p’al arrastre”. En Amboise hicimos fotos de grupo en un puente porque querían también siete euros de cada uno por entrar al castillo. Por lo menos tenían como reclamo la tumba de Leonardo Da Vinci.

Y ya con tres castillos visitados y otro visto desde lejos, ¡a por cuatro horas de autovía hacia Burdeos! Con parada intermedia para descargar los fluidos corporales que agobiaban nuestros sistemas urinarios, comprar algo de cena, beber un refresco, estirar las piernas, ver sa un conductor de autobús que se parecía a Obama, etc.

A las diez y media pasadas llegamos a Burdeos. Mejor sería decir que llegamos a un polígono industrial a las afueras de Burdeos. Si es que somos unos poligoneros, ya nos lo dijo por SMS la mismísima Belén Esteban, la princesa del pueblo.

Y hemos aquí, en un polígono, sin personal del hotel (aparentemente hay un guardia de seguridad, pero la recepción es automática, y nos encontramos un sobre que ponía “GROUPE LUARCA” en el que estaban las claves para entrar en las chambres y las contraseñas de la wi-fi. Cualquiera hubiera podido llevarse el sobre y dejarnos a la intemperie. Pero ya estamos en horario de reposo, o de tertulia, y esperamos que la calma dure. Mañana pondremos “LUARCA”
en el GPS del autobús, y “pa casita”. A ver si mami tiene la tortillina preparada para la cena y, sobre todo, un abrazo fuerte.

MEZCOLANZA DE ANOTACIONES DISPERSAS


Nos cuentan Lucía, Lara, Josué, Abel y Memel que ayer por la tarde, durante el tiempo libre dedicado a la compra de recuerdos, se adentraron en los barrios bajos de París y se pusieron a hablar con “típicos parisinos”. Utilizaron el inglés, el español y el italiano, porque son políglotas gracias al IES “Carmen y Severo Ochoa”, esa insigne institución cincuentenaria. Nuestros alumnos discutieron con los parisinos sobre fútbol (¡qué raro!). Todo el mundo conoce al Barça y, por supuesto, a Mourinho. Más tarde, vieron un espectáculo de malabaristas que impedían la circulación en un semáforo, y se pusieron a gritarles que eran “unos grandes”. Para su sorpresa, contestaron en español, pues eran de Valencia.

Parece que la policía no es del todo lista, pues la noche pasada Josué, Abel, Eijo, Fran y Pablo entraron en la habitación 235 sin llaves, usando un invento trviense patentado por Miñor, que consiste en abrir la puerta sin usar la tarjeta, mediante un cable. ¡Qué cosas traen estos chicos
a las excursiones! Cables, hilo de nylon…La policía ya no sabe qué pensar. (Actualización nocturna: fuentes muy creíbles nos relatan que lo anterior era una excusa inventada por los traviesos intrusos, y que en realidad lo que hicieron fue dar el cmabiazo a la tarjeta que abría la puerta. Además, al huir, a Josu se le cayó el móvil y eso dificultó la fuga.

Bueno, pues los intrusos nocturnos iban a vengarse de Laura, que antes se las armó a todos ellos. Cando estaban en la habitación, después de hacer mucho ruido al abrir la puerta sin que Laura se despertase, empezaron a reírse y Laura se levantó como una momia, todos escaparon y se cayeron al tropezar contra una maleta de viaje, quedando “apilados” en el suelo.

Alguien escribe en nuestra libretina de campo que Érica y Carla “van de chungas” por París. No sabemos bien a qué se refieren. Intentaremos investigar, y si no conseguimos enterarnos, preguntadles cuando lleguen a casita. La policía ha recibido también un “soplo”: el fondo sur del
autobús tiene las pilas cargadas para la noche de hoy.

Aunque el día de hoy ya nos acerca a España, al viajar hacia el sur, nos comentan que “siempre nos quedará París (en el recuerdo y en nuestros archivos de fotos).

Ayer estaba nuestro corresponsal habitual don Andrés fisgoneando tranquilamente desde la ventana de su habitación cómo confraternizaban los extremeños cuando un chorro de agua proveniente del piso de arriba golpeó su nuca. Igual que la policía, Andrés no es tonto, y hoy descubrió que fue Carmen. ¡Qué picaruela!

Dice también Andrés –y Javi Fernández está de acuerdo- que Paco el de Carcedo es un
cobarde. Lo dice porque nuestro Francisco García es prudente, discreto, tranquilo, paciente, cruza por los pasos de peatones cuando el semáforo está en verde, nunca grita, pide a los demás que no griten en las habitaciones, pide las cosas por favor, da siempre las gracias, se sienta correctamente en el autobús y se pone el cinturón de seguridad, deja pasar a las mujeres primero
cuando llegamos al hotel o a visitar algún lugar. En fin, esta vez no estamos de acuerdo con Andrés. Paco es un carcedense modelo.


Nuestra expedición ya casi se termina. Saludamos y deseamos buen viaje a León a los compañeros (profes y alumnado) que marchan próximamente a practicar su English. Hoy en día el inglés es casi tan útil como el francés. Bueno, en general, es útil conocer bien varias lenguas, empezando por la propia, base imprescindible para el aprendizaje de idiomas y para desenvolverse en un mundo globalizado. (Ya lo pensaba Aristóteles hace 2500 años…)


EPÍLOGO. Como este es un blog muy leído y comentado (ejem…), contestamos aquí a los saludos recibidos a la entrada anterior.

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Rosa nos sigue con gran fidelidad. Gracias, Rosa.
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Al anónimo le decimos que, efectivamente, merece la pena ir a París. Y gracias por comentar.
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Julián y Loli se ganan el gallifante. ¡Enhorabuena!
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A Gelo le tenemos que decir que pedir que estos días alguien lleve manga larga nos llevaría a ser demandados por maltrato adolescente. Hace muchísimo calor, y así fue en todo el viaje, por eso nunca dijimos nada del tiempo. Buena noticia no es noticia.
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Os recordamos también que Manolo no hace el blog, sólo sube las fotos y da la lata buscando anécdotas. Es una labor de muchos: los profes, los corresponsales, los fotógrafos…

1 comentario:

  1. Estupendas crónicas chicos, supongo que redactar cada día estos artículos es una pesadez, pero no sabeis como os lo agradecemos los que estamos aquí, sobre todo las familias.
    por cierto ¿no pensais que hay pocos comentarios de papá y mamá? Este blog está abierto a todo el mundo y el que lo desee puede poner un comentario.

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